sábado, 12 de febrero de 2011

Dos plazas nuevas llevarán el nombre de Otto Engelhardt y Miguel Hernández

Otto Engelhardt
"Tu risa me hace libre, 
me pone alas. 
Soledades me quita, 
cárcel me arranca. 
Boca que vuela, 
corazón que en tus labios
relampaguea". 
Miguel Hernández. Nanas de la Cebolla

"(...) anhelar la libertad con tanto teatro como uniformes,
 paradas y saludos a lo Mussolini es bastante ridículo".
 Otto Engelhardt. El Liberal 

Dentro de muy poco tiempo vamos a tener dos plazas nuevas en San Juan de Aznalfarache. Ayer propusimos sus nombres, que deberán ser refrendados en el Pleno de este mes de febrero. La plaza del teatro, que ya mismo veremos abierta, llevará el nombre del poeta alicantino Miguel Hernández, del cual celebramos en 2010 el centenario de su nacimiento. Poco hay que decir de esta figura, más que, a todas luces, parece una buena elección. Había muchas más posibilidades, seguro, pero la elección parece acertada.

La otra plaza que va a nacer en nuestro pueblo es la que hasta ahora conocemos como los terrenos de la Tierra Amarilla, justo el espacio público que va a dar acceso al ascensor que comunicará el Monumento con el Barrio Bajo. Muy cerca de esta plaza está la vivienda del que fuera cónsul honorario de Alemania en Sevilla entre 1903 y 1919, primer director de la Compañía Sevillana de Electricidad, director de la Compañía de Tranvías de Sevilla y, entre otras cosas, fundador del laboratorio Sanavida, en San Juan de Aznalfarache: Don Otto Engelhardt.

Hace algún tiempo tuve la oportunidad de conocer a Ruth Engelhardt, biznieta de don Otto "el de los tranvías". Ella se ha encargado de recuperar la memoria de su bisabuelo, oculta por el miedo a la represión pero nunca olvidada. Pero no sólo ella, también varios sanjuaneros, Manuel Fernández Silva o Enrique Parrilla, que me transmitieron que era necesario que nuestro pueblo rindiera algún tipo de homenaje a un sanjuanero que fomentó el desarrollo de nuestro pueblo y de Sevilla y que sufrió la persecución de Hitler. Tanto, que poco después de producirse el golpe de Estado en España, fue fusilado, al aparecer por orden de la Alemania nazi. Sus herederos creen que sus restos se encuentran en la fosa común del cementerio de San Fernando, pero no lo saben a ciencia cierta.


2 comentarios:

judemomu dijo...

me parece maravillosos lo de Otto, pero ¿que aportó Miguel Hernandez a nuestro pueblo?, ¿ que nexo de unión existe entre San Juan y Miguel, aparte de la ideologia de sus actuales dirigentes? ¿Porque no dedicarla a ciudadanos que si han aportado algo a nuestro pueblo, aunque sólo haya sido dar su trabajo, su conocimiento, su entrega......? ¿No hay personas contemporaneas cuyo nombre queremos que perdure y que son de San Juan, o como Otto, han servido a nuestro pueblo? Personalmente creo que en el siglo XXI seguir por "diestra" y por "siniestra" dedicandole a "los suyos" e ignorando a los realmente ufanos locales sin trastienda politica, creo digo que es un poco trasnochado y a la vez politico, en vez de social, como deberia de ser para que con los cambios politicos, no hubiera que seguir permanentemente cambiando nombres. Y que conste que tan sólo es una opinión subjetiva. Un cordial saludo de un Sanjuanero

Fernando Zamora dijo...

Como bien sabe, es el Pleno del Ayuntamiento el que debe refrendar esta decisión. Es decir, que la Plaza del Teatro Romero San Juan lleve el nombre de Miguel Hernández y que la conocida como Tierra Amarilla lleve el nombre de Otto Engelhardt. Veo que está de acuerdo con el reconocimiento a la figura de don Otto, quien fuera primer director de la Cía Sevillana de Electricidad, director de la Cía de Travías de Sevilla y fundador de los laboratorios Sanavida en San Juan.
En relación con la figura de Miguel Hernández está claro que cualquier decisión es susceptible de críticas, pero yo estoy convencido que la grandeza del poeta alicantino está por encima de cuestiones políticas. Ese es el motivo, homenajear a un grande de la poesía española teniendo en cuenta que además en 2010 se cumplió un siglo de su nacimiento. Como bien, dice usted, vecino, lo suyo es una opinión subjetiva, y yo añado que respetable, pero insisto en que nadie puede poner en duda la calidad de literaria de don Miguel Hernández. Un saludo.